Conspiración

Dicen algunos expertos que el hecho de haber nacido en una época en la que se esta mas expuesto a ciertos avances tecnológicos y científicos, eso nos hace per se mas inteligentes que nuestros padres y así generación tras generación. Sin embargo, desde mi punto de vista también nos puede hacer más inhumanos, consumistas y vanidosos. ¿De que sirve tener tanta tecnología cuando un buen porcentaje de la población no le sacara el provecho necesario? Se supondría que la misma tecnología seria la que nos “ahorraría” tiempo (dinero y esfuerzo) y nos haría más “felices”; sin embargo, creo que poco a poco nos vemos inmersos en toda esta vorágine la cual es dictada por… ¿Quién dicta lo que es obsoleto y lo que no lo es? Por ejemplo: si no mal recuerdo antes los aparatos electrodomésticos, juguetes, autos, duraban muchísimo mas que ahora. Ahora prácticamente todo es desechable. Sale mas barato comprar un aparato nuevo que mandar a arreglar el descompuesto. Nos hemos acostumbrado a la mala “calidad” de ciertos aparatos. Sin duda tienen mayores beneficios sin embargo, cuando el transistor se desplazo por el circuito integrado, fue casi un hecho que todo seria desechable. Esto se ve desde las baterías “de alta duración” hasta los automóviles de transmisión easytronic (que se supone son la neta del planeta y… ¡tómala! fallan estrepitosamente). Poco a poco desplazamos nuestros productos por otros, cada vez salen mas y mas productos que la mercadotecnia hace creer al cliente cautivo de que necesita x o y producto. Solo es consumir (a veces consumir por consumir). ¿En que momento dejamos que el mc trió, bomba de grasas, desplazara a las fonditas de comida corrida? ¿Cuándo fue el momento en que un teléfono celular se volvió parte de tu identidad y se robo tu privacidad? Lo malo en este asunto es que los productos te los venden a precios exorbitantes, en planes exorbitantes y con contratos amañados completamente (entiendo que es un negocio, pero creo que no se vale sangrar a una país que de por si, tiene muchas heridas). Y lo peor: que el consumismo marque lo que “cuestas” (me acorde de una película que se llama y tu ¿Cuánto cuestas? De Olallo Rubio) O lo que vales. Y que ese mismo consumismo sea el que este despersonalizando a la sociedad. Sumando a esto la desgracia de los medios de comunicación que nos ponen lo que ellos quieren que veamos y nos convierten poco a poco en obedientes consumidores y aceptantes de la realidad (me acorde del nefasto comercial de televisa referente al “miedo”). En fin, cada vez que veo como poco a poco nos estamos convirtiendo en consumistas me acuerdo mas de la novela de Michel Ende, Momo. ¡Aaaaaahhh estoy esquizoide, ayudaaaaaaa! Jajaja.