Nostalgía

Curiosamente por estos días es cuando la nostalgia de tiempos pasados vuelve con una fuerza sorprendente. Hace apenas un par de semanas acudí a la clausura de secundaria de Alfredo y regrese a mi antigua escuela Secundaria Técnica, de terreno rocoso, donde se levantaron una serie de edificios y que hacían la delicia de los que ahí estudiamos. Al ver a mi sobrino, recordé aquella emoción añeja acerca de mi propia clausura. Un evento muy discreto, sin grandes pretensiones; sin embargo, un evento nuestro. Eso es más que suficiente para darle la importancia que merece.
La emoción llego a su cúspide cuando se entono el himno a las secundarias técnicas: ese himno cucho y lleno de presunción, pero que alguna vez entone lleno de emoción, la emoción que embargaba a tod@s aquellos que competíamos en los eventos deportivo-académicos representando a nuestra escuela. La emoción de ser el mejor. Por un momento volví a ser el escuincle de 13-15 años. Arriba la Escuela Secundaria Técnica 78!
Ahora, con estas maravillas de la tecnología de las insanas redes sociales he encontrado a algunos compañeros de nada más ni nada menos del CBTis 14! Es un orgullo haber estado en un salón de clases único. Con tres representantes en la escolta, uno de los promedios más altos, un primer lugar de ajedrez juvenil menor a nivel estado, que más se puede pedir? En un estado en donde el analfabetismo se roza codo a codo con la gente, mis compañeros lograron ir más allá de la media educacional en el estado y terminaron, aunque en algunos parecía imposible, estudios universitarios. Ojala y algún día podamos volver a reunirnos, faltaran algunos por ejemplo: Julio Cesar “el burro” (q.e.p.d), pero mientras se recuerden en la memoria eso será suficiente. También arriba el CBTis 14!
Dentro de la nostalgia llegan noticias ambiguas, un amigo: Isaías ya andaba colgando los tenis, el muy cabrón! A otro su mami está enferma y el pronóstico es malo….y yo, creo que ante la muerte todos somos iguales. ¿Qué se hace ante el dolor humano? ¿Que se dice para consolar al doliente? Creo que ante la muerte solo se debe de guardar silencio y dejar que pase, tal vez mañana nos toque y cuando lo haga…no habrá cosa, situación, lugar o deseo que sea mayor al de saber que toda nuestra vida estuvo, desde un principio, destinada y empeñada a ella.